Preguntas frecuentes que se hacen madres y padres

- A partir de qué edad es aconsejable que los niños tengan acceso a Internet. ¿Qué consejos darías a sus padres en este sentido?

No hay una edad fija, ni debemos considerar Internet como un todo único y absoluto. Hay sitios de Internet adecuados para cada edad. Los niños más pequeños deberían navegar únicamente por los portales seguros que ofrecen las autoridades y las organizaciones de reconocido prestigio, por ejemplo, Chaval.es o Pequenet.com. El consejo fundamental para los padres es que no dejen jamás navegar a su hijo o hija sin haber activado ellos previamente el filtro de contenidos del navegador.

- ¿Qué pueden hacer los padres para que sus hijos naveguen por Internet con seguridad?

La seguridad ahora mismo no es tanto una cuestión de dinero como de ganas. Es posible contratar filtros de contenidos y antivirus al proveedor de acceso a Internet, pero así se pierde el componente educativo que tiene instalar y configurar los filtros, explicando a la vez a los hijos su utilidad y la razón de que una página web sea mala.

- ¿Qué contenidos son los más recomendados para los niños pequeños y cómo se puede controlarlos?

Deben utilizar sólo aquellas páginas web recomendadas para su edad, preferentemente aquellas que cuenten con la tutela activa de adultos con nociones de pedagogía. En cuanto a los videojuegos, existe la clasificación por edades PEGI, que figura en el paquete del juego. Además se puede establecer un filtrado PEGI desde el control parental del sistema operativo; así no se podrá instalar en el ordenador un juego que supere la edad fijada.

- ¿Qué riesgos pueden representar los correos electrónicos, MSN y las redes sociales para un niño?

Tanto el correo electrónico como la mensajería pueden ser utilizados tanto por adultos malintencionados como por compañeros de clase para ejercer acosos de todo tipo. Ya hay casos de niños y adolescentes que se han suicidado tras sufrir en silencio durante meses ese acoso. En las redes sociales los menores pueden encontrarse con depredadores sexuales, con grupos extremistas e incluso terroristas que buscan víctimas y acólitos. Lo malo de las redes sociales es que facilitan el contacto entre menores y lo peor de los adultos